Esta patología está asociada al envejecimiento y su incidencia a los 40 años de edad es cercana al 2.1%, pero en mayores de 80 años puede ser de hasta un 12%. Existe una predisposición genética y se estima que el tener un progenitor con glaucoma primario de ángulo abierto aumenta hasta 9 veces la posibilidad de desarrollar la enfermedad.
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Existen dos grandes grupos de glaucomas basados en la anatomía del segmento anterior: es decir el ángulo que se forma entre la córnea, que es la pared transparente anterior del ojo, y el iris, que es la parte pigmentada del ojo de color azul, verde o marrón. Según la amplitud de ese ángulo se clasifican en:
• Glaucomas de ángulo abierto ( > 80% de los casos)
• Glaucomas de ángulo cerrado (aproximadamente 10%) de los casos.
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Es fundamental la valoración oftalmológica a tiempo, ya que la enfermedad no causa síntomas hasta etapas muy tardías cuando el daño es muy avanzado e irreversible.
Sin tratamiento el glaucoma puede progresar y genera un daño del campo visual que al igual que el aumento de la presión del ojo, puede pasar desapercibido sin un examen clínico especializado. De ahí la gran importancia del examen oftalmológico en los mayores de 40 años para controlar la presión, examinar el nervio óptico y si es el caso realizar tomografías del nervio óptico y examen del campo visual.
En el IOBA, una vez confirmado el diagnóstico de glaucoma mediante avanzadas técnicas de análisis estructural y funcional del nervio óptico, se inicia un tratamiento farmacológico (con colirios.) Según la evolución o la fase en que se encuentre el glaucoma al inicio se hace un tratamiento quirúrgico con trabeculectomía o EPNP que puede ser combinada con cirugía de la catarata en el mismo acto quirúrgico.
También existe la posibilidad de implantar de una válvula de drenaje en ciertos tipos específicos de glaucoma y cirugías previas fallidas. Es muy importante recordar que el tratamiento del glaucoma es para toda la vida y tanto los fármacos como la cirugía no mejoran la visión que se ha perdido debido a la enfermedad, de ahí la importancia del diagnóstico temprano.
El IOBA, fiel a su máxima Investigamos para curar mejor, está trabajando en una línea de investigación en farmacogenética, con la que se intenta determinar la respuesta de cada individuo a un determinado fármaco con el fin de realizar una terapia personalizada.
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Dentro de la actividad formativa regular del IOBA, se ofrece el Curso de Glaucoma, que está ya en su 40 edición. Este año está prevista su celebración en el mes de noviembre. Para cualquier información puede contactar en el correo formacion@ioba.med.uva.es
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Dr. Fernando Ussa Herrera
Director médico
Doctor especialista en Oftalmología.
