El uso de geles y productos higienizantes se ha convertido en una rutina dentro de nuestras vidas debido a la Covid-19. Junto al distanciamiento social, el uso de mascarilla y el lavado frecuente de manos, representa parte del conjunto de hábitos que han venido para quedarse durante bastante tiempo.

La absorción rápida de los geles crea la falsa sensación de evaporación total en la piel, pero nada más lejos de la realidad, de ahí su eficacia.

El Servicio de Información Toxicológica del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, dependiente del Ministerio de Justicia, ha detectado un aumento considerable de intoxicaciones accidentales por geles hidroalcohólicos en niños durante la pandemia.

La mayor parte de estas intoxicaciones se dieron de manera accidental. Más del 84% fue por vía oral; un 7%, a través de la mucosa ocular; casi un 3%, por inhalación; y más de un 2% han sido por exposición cutánea.

¿Qué efecto tiene el gel sobre nuestros ojos?

Desinfectar las manos es un gesto esencial, pero hay que enseñar a los niños a hacerlo con precaución y de la manera correcta, ya que muchos dispensadores de gel pueden estar ubicados a una altura a los ojos del niño, expulsar mayor cantidad de producto, y salpicar directamente a la cara. Estas salpicaduras pueden causar quemaduras y lesiones oculares, que pueden desembocar en una úlcera corneal que requiere operación, o suponer una pérdida de visión. En la mayoría de los casos suelen tener un diagnóstico leve, pero no por eso debemos descuidarnos.

En caso de salpicadura en los ojos, hay que actuar con rapidez:

• Evita frotarte los ojos para que no se irriten más.
• Elimina el gel de tus manos, lavándolas muy bien con agua y jabón.
• Lava la zona con abundantemente agua tibia.
• Acude rápidamente a urgencias.

Otras precauciones a tener en cuenta.

• Puede irritar y resecar la piel.
• El alto porcentaje de alcohol de los geles en combinación con la luz solar puede también provocar quemaduras solares en las manos.
• Es un producto inflamable, por lo que, en especial los fumadores, deben tener precaución.
• Evita la aplicación de geles y soluciones hidroalcohólicos en zonas sensibles o dañadas de la piel o mucosas.
• Almacénalo en un lugar bien ventilado y fresco, evitando espacios donde se produzcan cambios de temperatura importantes.
• Debemos observar y conocer los pictogramas de seguridad del envase.
• En caso de ingestión, llama inmediatamente al Servicio de Información Toxicológica o acude a un médico de urgencia
• Mantén los geles y soluciones hidroalcohólicos fuera del alcance de los niños, supervisando siempre su uso por un adulto.