El 30% de los escolares sufre algún problema visual
Los maestros y profesores son clave en la detección de problemas visuales en los niños. La detección precoz de ciertas patologías, contribuye a evitar el fracaso escolar asociado a dificultades en la visión.
Uno de cada tres casos de fracaso escolar es debido a un problema de visión no detectado. El Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas considera este asunto muy preocupante, ya que se podría decir que una tercera parte de los niños que sufren fracaso escolar, seguramente con anterioridad recibieron avisos del tipo: “su lectura es lenta” o “no atiende a la pizarra”.
La mayoría de estas situaciones se podrían haber evitado, detectando de forma precoz problemas que pueden alterar el aprendizaje, ya que la información que se recibe en la escuela es esencialmente visual y auditiva, por lo que la pérdida o distorsión de la información dificulta la adquisición de conocimientos o la simple realización de tareas escolares. Esto puede ser frustrante para los más pequeños, ya que no saben que ven mal y creen que el resto de sus compañeros ven igual que ellos. Por esta razón, los problemas visuales son difíciles de detectar en los más pequeños.
Es importante vigilar sus ojos desde el nacimiento, especialmente cuando comienza la etapa escolar.
Recomendaciones a docentes
Los expertos indican que la identificación temprana de un problema visual en la edad infantil puede ser crucial, por lo que tanto padres como profesores, deben estar atentos a cualquier signo de alerta, que pueda reflejar algún problema, tales como:
- Tropieza con frecuencia.
- Se frota los ojos frecuentemente.
- Se acerca demasiado a la pizarra o al libro.
- Suele quejarse de dolor de cabeza.
- Lee con lentitud.
- Confunde letras y palabras frecuentemente.
- Se sale de los espacios al colorear.
- Tiene problemas para copiar de la pizarra.
- Tiene problemas para visualizar lo que lee.
Por todo ello, es mejor siempre prevenir y alertar a la familia para que lleven a su hijo a realizar una revisión oftalmológica. Sin olvidar, en cualquier caso, realizar revisiones periódicas, para detectar posibles patologías oculares y por lo tanto prevenir y actuar.