Conducir de noche triplica el riesgo de sufrir un accidente grave. Tres de cada cuatro personas que se ponen a un volante en horario nocturno confiesan tener algún tipo de incomodidad cuando les toca salir a la carretera. Los principales organismos automovilísticos a nivel mundial coinciden en señalar los peligros que comporta la conducción de noche, hecho que confirman también las estadísticas.

Para tratar de solucionar esta problemática, Antolin puso en marcha hace 4 años el proyecto NightSight Assist que ha desarrollado la multinacional burgalesa desde su sede en Villafría. La compañía ha logrado crear un sistema de iluminación que minimiza los efectos adversos de la conducción nocturna mediante la optimización del diámetro de las pupilas para mejorar la seguridad de las personas.

Falta de apreciación de formas, dificultad para distinguir peatones cruzando la calzada, deslumbramientos de un coche que viene de frente o incapacidad para leer bien las señales son algunos de los síntomas que se producen en horario nocturno. El equipo de Antolin, con el especialista en Investigación de la Dirección de Innovación, Íñigo Mateo, a la cabeza, apoyado por Miguel J. Maldonado, director del Instituto de Oftalmobiología Aplicada y Alberto Mansilla, profesor de Ingeniería Mecánica de la UVA, ha desarrollado un sistema de iluminación emplazado en la parte superior de la cabeza -bien en el parasol o en el techo que logra minimizar los efectos adversos que causa la miopía nocturna.