La retina es una fina capa de células nerviosas que recubre el interior del ojo. Es sensible a la luz (como la película en una cámara) y se necesita para poder ver correctamente. La retina se desprende porque aparecen uno o más agujeros que permiten que el líquido que ocupa la cavidad interior del ojo (cavidad vítrea) pase a su través y levante la retina de manera similar a una burbuja de aire en un papel de pared.
Este líquido hace que la retina se separe de los tejidos de apoyo y nutrientes debajo de ella. Pequeños vasos sanguíneos también podrían dañarse produciendo un sangrado en la cavidad vítrea y causando una mayor borrosidad en la visión.