Nuevo método de diagnóstico y tratamiento en el síndrome de ojo seco.
El síndrome del ojo seco está causado por un déficit de lágrima sobre la superficie del ojo, motivada por poca producción o demasiada evaporación, aunque también puede ser por la mala calidad de la lágrima. No se trata de una patología grave, pero es cierto que condiciona la calidad de vida de muchísimas personas.
Los síntomas pueden ser varios, pero los más habituales son sensación de quemazón, pesadez en los párpados, ojos fatigados, ojos rojos, sequedad o visión borrosa.
La lágrima está compuesta por distintos componentes, entre ellos:
- Un componente acuoso
- Un componente mucoso.
- Un componente oleoso, producido por las glándulas meibomianas de los párpados.
La falta, en su debida proporción, de cualquiera de estos componentes puede provocar ojo seco. Una disfunción de las glándulas de Meibomio, puede provocar una alteración del componente lípido de la lágrima, lo que llevaría a una rápida evaporación de ésta.
Para este último caso, en el IOBA, disponemos de LipiView II. Se trata de una nueva tecnología de diagnóstico oftalmológico centrado en el análisis de la lágrima, mide el grosor de la capa lipídica, captura la frecuencia de parpadeo y los parpadeos parciales, y obtiene imágenes de la estructura de la glándula de Meibomio para observar con claridad la estructura glandular.
Para realizar la prueba el paciente coloca la barbilla en e lugar indicado de la estructura, después, el LipiView II analiza más de mil millones de puntos de datos para aislar la capa lipídica de la película lagrimal y medir el grosor hasta niveles inferiores a una micra.
Los resultados de las pruebas ayudan a determinar qué pacientes están afectados por la Disfunción de Glándulas de Meibomio (DGM) y cuales pueden beneficiarse del tratamiento de las glándulas obstruidas, con el masaje pulsante térmica del párpado con el LipiFlow.
El LipiFlow, es un tratamiento de pulsación térmica basado en la aplicación de calor a los párpados internos, al mismo tiempo, que realiza un masaje terapéutico sobre los párpados externos, para poder eliminar los bloqueos de las glándulas de Meibomio.
Así se consigue liberar la obstrucción de las glándulas, posibilitando que vuelvan a tener una producción adecuada de contenido lipídico.
Según un ensayo clínico prospectivo y multicéntrico, el 86 % de los pacientes que se sometieron a un único tratamiento con el sistema LipiFlow durante 12 meses, la progresión de mejora en la función de la glándula de Meibomio y de los síntomas del ojo seco se mantuvieron desde el primer mes y a lo largo de los 12 meses.
Las glándulas de Meibomio son cruciales para mantener y producir el aceite lipídico protector que los ojos necesitan para mantenerse hidratados y saludables.
Si conserva en buen estado sus glándulas de Meibomio, sus ojos se beneficiarán de una buena salud.
No se preocupe si no lo conoce, basta con que pregunte en el IOBA lo que necesite saber.