Glaucoma

¿Qué es el Glaucoma?

El Glaucoma es un grupo de enfermedades crónicas que tienen en común un daño progresivo del nervio óptico y en consecuencia del campo visual. El principal factor de riesgo es el aumento de la presión intraocular, aunque cerca de un 40% de los casos pueden cursar con una presión dentro de los límites de la normalidad.

¿Cuáles pueden ser los síntomas?

  • Visión borrosa
  • Dolor de ojos y de cabeza
  • Náuseas y vómito
  • La aparición de halos color arcoiris alrededor de las luces brillantes
  • Pérdida repentina de la visión

¿El ojo con Glaucoma?

El glaucoma es una enfermedad ocular que disminuye la visión de manera gradual. Por lo general no presenta síntomas y puede provocar la pérdida de la misma de manera repentina.

En la mayoría de los ojos con glaucoma hay un drenaje insuficiente de salida del humor acuoso, lo cual motiva la subida de tensión ocular, que puede ser aguda o, lo más habitual, crónica. Esta elevación de la presión intraocular es la responsable, en su mayor parte, del daño irreversible del nervio óptico. La afectación de este nervio es la causa de la disminución de la visión irreversible en las fases avanzadas de la enfermedad. Por ello es tan importante el diagnóstico y el tratamiento en los síntomas iniciales del glaucoma, cuando el daño todavía es mínimo o inexistente.

La presión intraocular

La presión intraocular (PIO) es la tensión que existe dentro del ojo y está determinada por el balance entre la producción del humor acuoso y su salida. Este líquido es esencial para la nutrición de los tejidos internos del ojo y es el que determina el tono del mismo. Se considera que la presión intraocular normal está entre los 10 y 21 mmHg, aunque se sabe que existen fluctuaciones de la misma a lo largo del día. Por ello siempre deben tenerse en cuenta factores como el campo visual y la estructura del nervio óptico para una correcta evaluación.

 

Factores de riesgo

  • Hipertensión ocular
  • Edad avanzada
  • Antecedentes familiares de glaucoma
  • Córnea con un espesor disminuido
  • Baja perfusión sanguínea del ojo
  • Diabetes tipo II (no insulino dependiente)
  • Miopía e hipermetropía elevadas
  • Historia de cefalea migrañosa
  • Cambios en el nervio óptico como la presencia de hemorragias
  • Raza: africanos y latinos tienen mayor prevalencia

¿Cuándo hacer una revisión?

Dado que la enfermedad es asintomática y la presencia de hipertensión ocular no genera dolor o malestar, se pueden tener presiones muy altas en el ojo durante muchos años, lo que puede llevar a la aparición del glaucoma. Por lo tanto es esencial una evaluación por el oftalmólogo. Habitualmente se recomienda que toda persona mayor de 40 años se someta a una primera revisión para detectar cualquier cambio precoz y tomar, en caso necesario, las medidas terapéuticas oportunas.

Patologías

Terapias

  • Ciclifotocoagulación transescleral con láser Diodo
  • Dispositivos de Drenaje para Glaucoma: Válvula Ahmed
  • Esclerectomía profunda no perforante

Profesionales en esta especialidad