Terapia visual
¿A quién va dirigido?
A todos aquellos pacientes de cualquier edad, que presenten disfunciones de la motilidad ocular, alteraciones binoculares no estrábicas, ambliopía, alteraciones acomodativas y/o disfunciones del procesamiento de la información visual (integración motora y sensorial).
Si el sistema visual, en su conjunto, no es eficiente, influirá en la manera en la que se recibe la información del mundo que nos rodea y como se realiza el posterior procesamiento. Determinadas personas pueden tener cierta predisposición a tener alteraciones en su sistema visual, que asociadas a algunas tareas pueden desembocar en un sistema visual ineficiente (disminución de la precisión, velocidad, fatiga).
La terapia visual se encarga de corregir todas estas alteraciones del sistema visual que ocasionan dichos síntomas, sin importar la edad de la persona que las padece.
La investigación ha demostrado que la terapia visual es útil como tratamiento para:
- Disfunciones de la motilidad ocular
- Alteraciones binoculares no estrábicas
- Ambliopía
- Alteraciones acomodativas
- Disfunciones del procesamiento de la información visual (integración motora y sensorial)
¿En qué consiste?
La terapia visual consiste en una serie de actividades prescritas de forma individual y monitorizadas por el optometrista que persiguen mejorar la eficiencia y procesamiento visual. Para prescribir las actividades necesarias es preciso realizar un profundo examen visual inicial para detectar las posibles alteraciones que están causando los síntomas y ajustar de forma adecuada el programa de terapia visual.
Para el desarrollo del programa de terapia visual se pueden utilizar lentes oftálmicas, filtros, oclusores, instrumentación especializada, programas de ordenador o una combinación de todas ellas, en sesiones programadas por el optometrista de forma monitorizada y actividades pautadas para su realización en el domicilio entre una sesión monitorizada y la siguiente.
El programa de terapia visual se ajusta de forma individualizada pero su duración aproximada es de entre 6 y 12 sesiones monitorizadas, además de las actividades que se precisen hacer en el domicilio, en función de las alteraciones detectadas en el examen visual exhaustivo.
Tipos de consultas
Consulta inicial de neuro-optometría:
En la que se evalúa todo el sistema visual (estado refractivo, movimientos oculares, sistema vergencial, sistema acomodativo) con una duración estimada de una hora y media.
Consulta inicial de habilidades viso-perceptuales:
Si durante la consulta inicial de neuro-optometría se detecta algún tipo de problema viso-perceptual se propondrá la realización de un examen de estas habilidades para caracterizarlo correctamente y añadir a las sesiones de terapia el tratamiento de estas alteraciones. la duración de esta consulta es de dos horas y media.
Sesiones de terapia visual (6 o 12 sesiones):
Con una duración aproximada de 50 minutos cada una, en ellas se desarrolla el programa de terapia visual diseñado especialmente para cada paciente en función de las necesidades observadas en la consulta inicial. Además se indican una serie de tareas que el paciente tendrá que realizar en su domicilio entre una sesión y la siguiente.
Consulta final de neuro-optometría:
En la que se vuelve a evaluar el sistema visual para determinar su estado tras la realización de la terapia visual. Duración de una hora y media.
Consulta final de habilidades viso-perceptuales:
En la que se vuelven a evaluar las habilidades viso-perceptuales para determinar su estado tras la realización de la terapia visual. Duración de dos horas y cuarto.
Revisión Neuro-optometría:
Una vez que se ha finalizado el proceso de terapia visual, es posible realizar revisiones para monitorizar el estado del sistema visual. Duración entre una hora y hora y media.