Hoy se celebra el Día Mundial del Síndrome de Down y desde el IOBA queremos informar sobre el impacto que esta alteración genética puede tener en la visión de las personas que lo padecen y concienciar sobre la importancia de los controles oftalmológicos desde temprana edad.

Las personas con Síndrome de Down tienen una mayor predisposición a diversos problemas visuales y enfermedades oculares debido a su genética y características anatómicas.

Algunos de los principales problemas visuales que pueden presentar incluyen:

  • Errores refractivos. Es común que las personas con Síndrome de Down necesiten gafas a edades tempranas debido a errores refractivos como la miopía (visión borrosa de lejos), la hipermetropía (dificultad para ver de cerca) y el Astigmatismo (visión distorsionada o borrosa)

  • Los ojos pueden estar desalineados, desviándose hacia adentro o hacia afuera, pudiendo afectar la percepción de profundidad y generar visión doble si no se trata.

  • Nistagmo. Se trata de un movimiento involuntario y repetitivo de los ojos que puede dificultar el enfoque.

  • Cataratas congénitas o adquiridas. Se produce cuando la opacidad del cristalino que afecta la visión. Pueden presentarse al nacer o desarrollarse en la adultez.

  • Queratocono. Adelgazamiento y deformación progresiva de la córnea, lo que puede causar visión borrosa y sensibilidad a la luz.

  • Blefaritis y ojo seco. Inflamación en los párpados y menor producción de lágrimas, lo que puede generar molestias y enrojecimiento.

  • Mayor riesgo de glaucoma. Aumento de la presión intraocular que puede dañar el nervio óptico y afectar la visión.

Importancia del seguimiento oftalmológico

Dado el alto riesgo de problemas oculares, es clave que las personas con Síndrome de Down realicen controles oftalmológicos periódicos desde la infancia.

Pide tu cita con nuestros Oftalmólogos Especializados, la detección temprana y el tratamiento adecuado pueden mejorar su calidad de vida y prevenir complicaciones.